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Cuando se presenta un problema, muchas personas tienen la costumbre de buscar a los culpables para adjudicar la responsabilidad de una situación negativa. Todas las personas (y los equipos de trabajo) somos susceptibles de cometer errores, pero buscar culpables hacia muchas de las cosas que suceden alrededor esconde una conducta pesimista conocida como victimismo crónico.
El victimismo es una actitud defensiva, desconfiada, de personas que piensan que quienes les rodean actúan de mala fe y buscan dañarle, y que cuando surge un problema se deslindan de sus responsabilidades.
Esta actitud puede provocar que las personas desarrollen un carácter malhumorado, receloso, hipersensible y que se sienten incómodas con otros a su alrededor.
Ahora bien, el victimismo puede encontrarse en el trabajo, entre colaboradores, directivos o en los jefes. Lamentablemente, el victimismo es muy nocivo cuando se trata de los empresarios o dueños de empresas, ya que suelen culpar a sus colaboradores por los malos resultados, la falta de éxito, por no alcanzar las metas o por errores en los procesos, sin asumir su responsabilidad ni buscar soluciones.
Culpar a otros puede dificultar el crecimiento de la empresa ya que se crea un clima laboral tenso, en el que las relaciones no fluyen y los colaboradores pueden sentirse estresados, con temor a ser señalados por cometer un error.
“Echarle la bolita” a otros es un mecanismo de defensa que las personas desarrollamos desde la infancia. Nuestro cerebro responde para evitar una situación negativa y que genere estrés para no asumir responsabilidades. Por esta razón, una persona con victimismo crónico puede tener actitudes agresivas, proyectar las emociones propias en otros para justificar la razón por la que tienen la culpa.
Las siguientes características te ayudarán a detectar si eres un victimista crónico, o si tu equipo de trabajo está siendo afectado por el victimismo:
Si convives con personas a las que les gusta victimizarse, evita reforzar su conducta y no dejarte enredar en el discurso de hacerte sentir culpable. Pero, cuando el victimismo se presenta en el trabajo, lo mejor es buscar a un profesional para ayudar al equipo de trabajo y a los directivos a tener una comunicación asertiva, en la que se busquen soluciones y no culpables.
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