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Constantemente usamos las palabras “eficacia” y “eficiencia” como sinónimos, sin saber que no son lo mismo. Y es que, si una persona es eficiente, pensamos que también es eficaz, y viceversa. Ya que comprender en qué consisten las habilidades es importante para adquirirlas, hoy te contaremos cuáles son sus diferencias, significados y características.
La eficacia es la capacidad de lograr objetivos en tiempo y forma. La prioridad es el resultado, no los procesos, tiempo, costos, herramientas, recursos humanos o maquinaria que intervinieron en el cumplimiento de los resultados finales.
En el mundo empresarial, la eficacia es indispensable para cumplir objetivos de negocios, las cifras de la compañía y rentabilidad. Por ejemplo, los resultados pueden medirse en un incremento en ventas en un periodo determinado.
La eficacia puede calcularse con una fórmula sencilla:
(Resultado real x 100) ÷ Resultado planeado = % de eficacia.
Es decir, si una fábrica de dulces tiene el objetivo de elaborar 10 mil paletas en un mes, y en el conteo final se encontró que produjo 12,000 entonces la eficacia es del 12% por encima de lo planeado.
La eficiencia se enfoca en los procesos para obtener los resultados, mediante el uso correcto de las herramientas de trabajo que permiten mejorar el uso de recursos para alcanzar los objetivos de la empresa y solucionar posibles problemas que se presentan en cada etapa.
Para calcular la eficiencia se puede usar la siguiente fórmula:
Resultado planeado ÷ (Gasto planteado x Tiempo de trabajo planeado)
Siguiendo el mismo ejemplo de la fábrica de dulces, en el que se producen 200 dulces con un costo de 40 pesos en 6 horas, la fórmula sería 200 ÷ (40 x 6) = 1,2. Este resultado es positivo porque indica que se producen 20% más dulces.
La principal diferencia es que la eficacia se centra en los resultados y la eficiencia en los medios para alcanzarlos. Esto significa que se puede ser eficaz sin ser eficiente, es decir, se pueden obtener los resultados en fecha y hora establecidos, sin que los procesos hayan sido los mejores. Por ello este concepto se relaciona con ventas, rentabilidad, ganancias y productividad.
Por su parte, la eficiencia se centra en mejorar los pasos a seguir, en búsqueda de obtener los resultados planteados. Por ello, se aplica en producción, organización, maquinaria y otros departamentos empresariales.
Ambos conceptos son igual de importantes ya que no se contraponen, sino que se complementan para poner estrategias en marcha que ayuden a los colaboradores a lograr los objetivos en común.
Lo cierto es que ninguno de estos dos conceptos tiene primacía sobre el otro, pues no se contraponen. Lo ideal es que ambos se pongan en marcha para potenciar los objetivos empresariales. Las grandes hazañas ¡se logran en equipo!
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Gerente de Formación y Contenido en Ludicorp, especialista en captar necesidades y transformarlas en experiencias de aprendizaje
